Una de mis pasiones

Esto va de repeticiones, simetrías, números y volutes...ah! y brócoli

Hace ya algunos días, en una publicación de Instagram (imagen de arriba) donde hablaba del nombre de la marca, os dije que haría un post sobre un tema que siempre me ha atraído mucho y que me ha servido de inspiración para Les volutes. 
Así que allá voy...

Si ya me conocéis un poquito y me habéis ido siguiendo, sabréis que me gusta la naturaleza. Como también, quizás mirando mi trabajo, imágenes y demás, veréis que soy un tanto perfeccionista. Me gusta que todo mantenga un orden (a mi manera de ver), que haya una armonía en los tonos, colores y seguir siempre un formato o disposición de las cosas.
Pues bien, desde pequeñita que soy así y muchas veces pensaba que eran manías mías y que yo veía cosas que los demás no (vale, algo de cierto hay, porque viene marcado por el carácter), pero, y aquí llega lo bueno, un día conocí (a través de libros, claro está) al Sr. Fibonacci.

En un principio, lo primero que leí es que era matemático (uff, yo soy de letras puras...eso da para otro post, un despiste de la vida) y realmente no pensé que fuera un tema para mí. Pero Ay! circunstancias del momento! el texto venía acompañado de una imagen!

Creo que ahora ya estáis empezando pillar el rollo...
Sí, es una voluta! porque resulta que el Sr. Fibonacci, descubrió una serie de números, que forman una sucesión matemática y su expresión gráfica (vaya que si dibujamos lo que representan esos números) el resultado es una espiral infinita.
​Amor a primera vista con el Sr. ése y su bonita espiral.

Pero ampliando yo conocimiento, luego supe, que éste patrón se da en la naturaleza por doquier y que lo tenemos presente a diario en elementos tan comunes como una alcachofa o el brócoli. 
Sí señoras y señores! Guste o no guste, el brócoli es perfecto! su patrón repetitivo y continuo, hace que sea como un joya de la naturaleza, que si miráramos con microscopio veríamos su peculiares bultitos en forma de espiral repitiéndose hasta infinito.

Aquí ya estaba yo alucinada con el tema... pero hay más.

Porque caracoles y moluscos varios, flores, hojas, plantas... (y entonces salió el tema de las suculentas, que me encantan) comparten el mismo patrón y son ejemplos de ésta simetría de la naturaleza.

También en la arquitectura y ornamentación se han utilizado muchísimo las formas espirales, inspirándose en la naturaleza y esa esencia suya matemática.
Porque a veces, cuando hablamos de números, tenemos en mente cosas quizá más austeras, rígidas, igual no pensamos en objetos cálidos. Es por ello que el choque de decir que una caracola es matemática pura o el centro de una flor bellísima forma un patrón perfecto que puedes descifrar numéricamente, creo que es brutal! y he ahí lo que me atrae, el contrapunto!
Que todo tenga un momento de unión, que cosas tan opuestas tengan su punto de sinergia y que yo empezé a comer brócoli porque me gusta ver al natural ése patrón.

0 1 1 2 3 5 8 13 21 34 55 89 144 233 377 610 987 1597 2584 4181 6765..........

Y la serie en cuestión es ésta: la suma del número con su anterior...

Hasta aquí mi pequeña historia de brócolis, espirales, números y caracolas. Espero que os haya gustado!
Y si tienéis algún dato o os gustaría añadir algo, os espero abajo en los comentarios.

​Hablamos pronto!